LASER
Qué es
La eliminación de tatuajes es algo cada vez más habitual. Aunque puede contradecir la esencia propia del tatuaje la realidad es que es una necesidad reclamada por los clientes.
La eliminación de tatuajes se realiza usando la energía láser que se focaliza en los puntos de piel donde hay tinta. Después de haber elegido la potencia y filtros adecuados para cada tipo de tatuaje, se proyecta en la piel.
Los pigmentos son absorbidos por la energía y estallan rompiendo la cápsula donde se encuentra la tinta. Los restos de pigmento que queden libres en la piel serán eliminados por el sistema linfático.
Pasado un tiempo prudencial, como mínimo dos meses, se repite la operación con algo más de potencia para seguir eliminando pigmentos incrustados en la piel.
Hacen falta de tres a doce sesiones para eliminar por completo el pigmento aunque con dos sesiones se suele dejar la piel lo suficientemente preparada como para poder hacer un cover up (tatuar encima).
El número de sesiones varia en función de cada caso y el cuerpo es el que encarga de eliminar los restos de pigmento así que el número de sesiones necesario siempre es estimado.
Los modelos Ink Hunter (con modelos: Easy, Standar y Master) son un láser cosmético de Nd:Yag Q-Switched con una longitud de onda de 1064nm ideal para la eliminación de tinta negra en la piel. Además cuentan con un filtro KTP para afectar a un rango más extenso de colores, pudiendo eliminar colores rojos, azules y marrones, dependiendo de su grado de intensidad.
En Kaifa’s Studio usamos el modelo más actualizado del mercado, los láseres Ink Hunter en su versión Master, ya que es el menos daño impacta en la piel, asegurando así la inexistencia de cicatrices.